Idioma estrangero

Diccionario que portaba la chavala
Diccionario que portaba la pava

Fueron dos episodios distintos, ocurridos en el mismo día, ayer, este viernes, que reflejan la situación del país. Por la mañana, en el metro, una chavala de unos 25 años coincidió conmigo en el andén, sentada en el banco. Había huelga de trabajadores, otro de tantos paros en estos tiempos de recortes para los empleados, y la espera de los convoyes era más prolongada. Yo hojeaba, y ojeaba, el periódico, con y sin hache. De refilón miré para el libro que ella repasaba: un manual de alemán, para el que estaba consultando un diccionario de bolsillo. «La chica, tal vez, esté pensando en irse a Merkelandia, a conseguir uno de los minijobs germanos», pensé. La chica-tal-vez-próxima-emigrante hacía apuntes en español de los márgenes del libro con el significado de palabras teutonas que no conocía. En un apunte que le atisbé, escribió «idioma estrangero», así con ese y con ge, y me llamó la atención la errata (luego verán que no es para tanto). El tren llegó, nos levantamos y entramos en distintos vagones, cada uno rumbo a su destino inmediato. El mismo día, viernes, volviendo a mi casa por la tardenoche, en el Metro otra vez, me entró una alerta al móvil: Rato, fichado como asesor de Telefónica, la exempresa pública privatizada por el PP que siempre hace favores a los coleguitas de pupitre. El gestor inmaculado que ha metido a Bankia en un agujero descomunal por el que está imputado (un agujero negro que ha agravado de manera clara, oscura habría que escribir, la crítica situación financiera de nuestro país), premiado de esta forma. Qué sinvergonzonería, pensé. Con la cantidad de ciudadadanos que lo están pasando tan mal en esta crisis, y hay sujetos que siempre salen de rositas: los de siempre, claro, los que cortan el bacalao y sus adláteres. Esto que relato sucedió ayer, pero mañana seguirá todo poco más o menos. Hoy ya es sábado. La chavala del viernes por la mañana continuará estudiando alemán, aunque escriba extranjero con ese y con ge. Quizá la chica cometa esa errata y lo escriba así adrede, porque se sienta muy estraña, con ese, en este país que cierra el futuro a tanta gente y que solo abre el porbenir, con be de burro, a poderosos que sí que han cometido gravísimos errores gramaticales de sujeto, verbo y predicado.

Nostalgia de «¿como están ustedes?»

Si asomaran los payasos por el borde de la tele (no los tristes payasos que entristecen la realidad todos los días, sino los de antes, los de la familia Aragón, los de verdad) y preguntaran «¿cómo están ustedes?», la respuesta no iba a ser demasiado entusiasta, pero seguro que a más de uno se nos dibujaría una sonrisa en el rostro. Una sonrisa, incluso una risa, que es el mejor arma contra el miedo que nos atenaza en estos tiempos oscuros de crisis sin fondo. La risa que conocimos los que fuimos niños con ellos, con los payasos de la tele, y aquel su mágico saludo de bienvenida al mundo de la risa, del humor. Hace falta reír, pero es que hay muy pocos motivos. En la negra España, con este triste ser que tenemos de presidente, en cuyos doce meses de victoria electoral todo ha ido a peor. En la gris Europa, que nos lleva del brozal de los recortes sin que se sepa muy bien para qué vale tanto sufrimiento, salvo para darle gusto a Merkel y a los bancos alemanes, porque la recesión sigue viento en popa. En el mundo, lleno de locura y mezquindad (una buena noticia: alto el fuego en Oriente Próximo; ojalá dure y se llegue a una solución definitiva de dos estados que coexistan y convivan). La risa vence el miedo, como bien sabía Miliki, que acaba de irse seguro que sin dejar de sonreír y cuyas canciones seguirán trayéndonos risas del pasado, y risas de futuro a mi hija.

Olvido, no dimitas

Intimidad
Intimidad

En un país en el que no dimite ni el tato por gorda que la haya liado, resulta que una concejala socialista del Ayuntamiento de Los Yébenes (Toledo), Olvido Hormigos, pretende presentar su dimisión luego de que se haya difundido por las redes sociales un vídeo íntimo. Internet echaba ayer humo con el asunto, desplazando de sitio a la maldita crisis que lo ocupa todo y todo lo emborrona. ¿Qué delito o falta ha cometido Olvido para que deba abandonar su cargo? Ninguno. No dimita, usted no ha hecho nada malo. Es solo una mujer que da rienda suelta a su pasión, en unas imágenes que no debieron traspasar su intimidad y la intimidad de quien ella  quería, y que solo lo han hecho gracias a algún desalmado. Eso es todo, y eso, parece mentira y es lo verdaderamente vergonzoso, sigue molestando a las mentes casposas y cavernarias, que en estos tiempos de crisis vuelven por sus fueros. Quienes deberían dimitir son los políticos que nos sumen en este estado de depresión colectiva, los recortadores como Mariano Rajoy, los austerócratas como Angela Merkel, que hoy se encuentran en Madrid, los protagonistas de un triste vídeo de tijeras podadoras, y no usted.

PD.- Una buena noticia. La concejala anunció esta mañana que, después de todo el apoyo popular que ha recibido, no dejará el cargo. Ya hay una persona imputada por violación del derecho a la intimidad y el asunto está en manos de quien debe estar: los tribunales de justicia.