SOS gorriones

Gorrión
Gorrión

No sé qué estará pasando en las nubes, pero la cosa es preocupante. No me refiero al frío y a la lluvia, al tiempo gris de esta primavera que no ha llegado a nacer y que aparenta ser un esbozo solo antes de que nos golpee de pleno la canícula. Hablo de los pajarillos que no veo en los parques, en las calles. De los tímidos y gráciles gorriones, el ave por excelencia de Madrid, que yo tanto eché de menos cuando viví en otra parte de España en la que no eran una especie frecuente. ¿Qué está pasando con ellos, qué estará pasando? Su disminución es vertiginosa y ahora cada vez es más raro toparse con ellos, con el macho con su mancha en la papadita y la hembra parda, picoteando siempre tímidos los cachos de pan que les arrojaban los viandantes. ¿Es su disminución, o su retirada, un signo de los tiempos? A mí me gustaría que volvieran y que acabaran las amenazas que se han cernido sobre ellos, porque, sin ellos, siento que Madrid es menos.

El día de la infamia

Tarjeta sanitaria
Tarjeta sanitaria

Estamos a primero de septiembre de 2042. Tengo casi 75 años y me acaban de encontrar una grave enfermedad renal. Me retuerzo de dolor. Voy al hospital. No tengo dinero para pagarme el tratamiento. Determinados gobiernos conservadores se han ido puliendo el magro Estado del Bienestar que había en España. Empezaron un maldito día primero de septiembre de 2012; me acuerdo. Hace treinta años. Aquel día aciago pusieron fin a la universalidad del sistema público de salud. Comenzaron quitándole la tarjeta sanitaria a los pobres inmigrantes sin papeles, en un gesto xenófobo y neofascista. Y luego siguieron con todo lo demás. Yo estuve aquel día en una protesta frente a un hospital público de Madrid. Han pasado 30 años, pero me acuerdo con viveza de aquella triste jornada. Estaríamos no más de trescientas personas. Parece que a mucha gente le resultaba indiferente. Y a muchos de esos indiferentes les llegaron también luego los palos y los recortes. Fue el mismo día en el que se aplicó una subida bestial del IVA, el mismo día en el que devaluaron y tiraron nuestros derechos por el suelo. Esto parece una pesadilla, pero es la realidad.