Navidades fantásticas

Capitán Lagartijón
Capitán Lagartijón

Mi hija Estrella (6), inspiradora de este blog, acaba de escribir su primer cuento, que quiero dejar reflejado aquí porque luego estas cosas se olvidan. Lo ha llamado Navidades Fantásticas, y me llena de alegría que sea una niña tan imaginativa: «Era un día feliz porque los niños estaban dormidos esperando a Papá Noel, pero al levantarse no había regalos, y luego, el día de los Reyes Magos, tampoco. Los niños estaban muy extrañados. ¿Sabes por qué? Porque Papá Noel y los Reyes Magos estaban en manos de unos piratas. La tripulación pirata no era mala; solo su jefe, el capitán Lagartijón, que vivía en un castillo. Pero los niños fueron al castillo del capitán Lagartijón. Ellos conocían a Lagartijón, pero querían ver el castillo abandonado sin saber quién vivía allí. Entraron al castillo y entonces vieron una habitación que ponía “Camarote del capitán y su tripulación”. Abrieron la puerta y encontraron al capitán Lagartijón, que sabían que era malo, y a su tripulación. Dijeron: «¿Por qué habéis atrapado a los Reyes y a Papá Noel estas navidades?». Su tripulación dijo: “El malo es Lagartijón”, y él dijo: “Siempre he querido estropear las navidades, y ese ha sido mi destino”. Los niños y niñas, que eran miles, ataron a Lagartijón y desataron a Papá Noel y a los Reyes, y les dieron un abrazo y un beso. Todos eran felices menos Lagartijón, porque en aquel castillo les dieron los regalos pedidos por los niños. Entonces ese día la Navidad fue fantástica.»

… ¿y el Ibertren?

Rey Baltasar
Rey Baltasar

«Querida doctora. Le escribo en este bloc, porque al ser festivo (Epifanía para más inri) no podré desplazarme a su clínica, pero seguro que acabará leyéndome. Me he levantado esta mañana tras una agitada noche de nervios y tensión motivada por la visita de los Reyes Magos, a quienes vi ayer en la cabalgata de Madrid. Sé que enfrente de mí, en este preciso y precioso instante, en el salón de mi casa, hay diversos paquetes envueltos con regalos. Pero tengo alguna certeza: hay varias cajas, pero por la pinta ninguna es para mí, sino para algún niñ@ que mora en esta casa; así que los Reyes no me han traído el Ibertren que les vengo pidiendo desde que era pequeño. Lo han vuelto a hacer. Vale, ahora soy mayor y si quiero un tren me puedo comprar un billete para el AVE o irme a verlos al Museo del Ferrocarril, pero, ¿me traerán alguna vez el Ibertren? Bueno, me consolaré pensando en lo que me dirá usted la próxima vez que pase consulta: que la ilusión es el motor que hace avanzar nuestras vidas, y que perderla es lo que nos hace pararnos. Le dejo, que voy a hincarle el diente al roscón (espero, al menos, que no me toque también pagarlo).»

Post para Estrella

Reyes Magos
Reyes Majos

Este es un post para mi niña Estrella. Ahora que empiezas a leer. Te he contado muchos cuentos. Ahora te toca a ti descubrirlos. Cada sílaba se une a la siguiente. Varias sílabas bailan en tu mente. Las palabras son mágicas. Las palabras atesoran mundos. Tú lo sabes bien. Tú inventaste Faktuna. Nunca dejes de imaginar. El gato se pinta las uñas. El búho suda por la noche. La marmota se pasó con el orfidal (uy, esta frase mejor no la leas). La pata se tira un pedo de colores. Papá Noel tiene hipo. Los renos van a su bola. Somos monstruos felices. Esta noche había una bonita luna. La luna levantina parecía tener nariz. La luna dormía como acunada. La lagartija muda su piel. La cambia por otra recién comprada en el H&M («¡maldito consumismo navideño!», grita mientras ve los números rojos de su tarjeta de crédito; ésta tampoco sé si te conviene mucho). Los Reyes Majos son muy magos. Reparten muchos regalos. No tienen tiempo de hacer pis. Tampoco caca. La última frase es un poco más larga, pero tienes que leerla entera y llegar hasta el final, porque es especial para ti: Estrella tiene un corazón muy dulce, que sabe a calabaza asada recubierta de nueces y rociada con miel.