La prueba del algodón

Día de la Mujer 2011
Día de la Mujer

La prueba del algón que revela el avance democrático de una sociedad es siempre el avance en los derechos de la mujer. Y ahí todavía queda mucho por avanzar, porque si pasas el algodón por la realidad, generalmente sigue saliendo bastante sucio. En España, a pesar de los muchos pasos que se han dado, faltan todavía muchos por dar. Sigue el goteo de muertes originadas por el machismo criminal. Siguen los efectos de una crisis que no parece acabar nunca y que se está cebando con ellas, arruinando muchos anhelos. Sigue la discriminación más o menos oculta que deja un reguero silencioso de víctimas. En la otra orilla del Mediterráneo, las esperanzadoras revoluciones árabes tienen que fraguar en países democráticos, avanzados, con justicia social y, sobre todo, con respeto a los derechos de la mujer.  Menos mal que, por lo menos, ahí están las valerosas y valiosas mujeres periodistas de este país para contárnoslo. ¡Feliz Día Internacional de la Mujer!

Carta a mi madre

8 de marzo
8 de marzo

Le escribo a mi madre en este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. A ella, nacida en plena Guerra Civil, de extracción humilde, privada de instrucción, obligada a trabajar desde que apenas levantaba un palmo del suelo, desposeída de sus derechos por la sociedad machista y patriarcal consustancial a la dictadura franquista. A ella, con su vida consagrada a criar a sus hijos, yo y mis hermanos, con un amor infinito y un único deseo: «Que seáis felices». La España contemporánea tiene una deuda incalculable con ella y con sus compañeras de generación, que sostuvieron el país sobre sus hombros durante decenios, sin apenas recibir nada a cambio. Mucho se ha avanzado hacia una sociedad más igualitaria entre hombres y mujeres, pese a que aún pervivan desigualdades, y en ese avance ha sido clave el impulso del movimiento feminista, tan vilipendiado por la caverna. Pero quedan trechos por recorrer en ese camino: en inserción e igualdad laborales, en el combate contra el machismo criminal que nos corroe las entrañas… Se va avanzando, y -con todas sus deficiencias- la sociedad en la que vive su nieta, Estrella, mi hija, es radicalmente distinta -por fortuna- a la triste y sombría España que vio y sufrió en su infancia mi madre, Felicitas. Te quiero, mamá.