Bombarderos ciegos

Bombardero
Bombardero

Pilotaron las aeronaves de combate durante los tiempos aparentemente brillantes a primera vista, profundamente oscuros bajo la superficie. Los tiempos del boom del ladrillo, la burbuja inmobiliaria y un crecimiento económico más falso que Judas. Desde ahí arriba derramaron sobre nosotr@s, los incrédulos de abajo, toda clase de mierdas. Esparcieron tóxicos por doquier encima de nuestras cabezas: tasaciones sobrevaloradas, hipotecas infladas, créditos a mansalva. Fueron como los bombarderos ciegos que sueltan las bombas bajo sus alas a un golpe de joystick, dan media vuelta en el aire y siguen volando en el cielo, consolándose en que no ven el mal que comportan sus actos bajo sus alas. Acaban hasta condecorados tras la guerra. Ahora vuelven los mismos bombarderos ciegos echando sobre nosotr@s, los de abajo, toda una nueva oleada de bombas no de racimo, sino de tijeras que recortarán nuestros cuerpos: fuera derechos, fuera libertades. Los culpables del caos de la crisis aseguran, más borrachos de cinismo que de costumbre, que también tienen la solución. Y volverán a ser condecorados después de dejar tras de sí, aunque no lo vean, o no lo quieran ver, un rastro de destrucción.

Solo aciertan cuando rectifican

Campaña
Campaña

Oigan, hoy me siento generoso y sin ganas de criticar a mi bienamado Gobierno Pop. Será la astenia primaveral (¿o es anestesia primaveral?) o que tengo un corazón de natural generoso y poco rencoroso, pero este tonto martes (los martes son días de natural tontos, ¿no?) me veo con ganas hasta de reconocer dos decisiones tomadas por el Ejecutivo. La primera, la decisión hecha pública de poner fin a las absolutamente indignantes y repugnantes redadas indiscriminadas de inmigrantes a cargo de la Policía, de las que yo he visto unas cuantas en el Metro, en mi barrio, en muchas partes. Buena decisión. La segunda que me alegra es la de retomar las campañas de sensibilización contra la violencia de género, contra el machismo criminal que raro es el día que no se lleva por delante la vida de una mujer. Así que bravo por ambas cosas, que no todo va a ser criticar al por otra parte tan criticable Gobierno Pop. Claro que, al final, va a resultar que este Gobierno solo acierta cuando rectifica.

PD.- Ah, me olvidaba, que no todo va a ser pasteleo. Hoy tod@s a la huelga contra los recortazos en la enseñanza.

Los cascotes

Casco
Casco

Las calles de España están repletas de gentes desnucadas. Durante años hemos estado levantando entre todos, con desigual reparto de responsabilidades, castillos en el aire en forma de hipotecas infladas, sobreprecios por pisos que no valían lo que pagamos por ellos y cuyo valor se ha desplomado de forma brutal. La llamada burbuja inmobiliaria. Ahora algunos parecen haber descubierto la ensoñación en la que hemos vivido, puesta de manifiesto con el escándalo de Bankia, y se llevan las manos a la cabeza. Hemos estado levantando castillos en el aire, castillos que parecían de naipes, pero que resultaron ser de hormigón y mazacote. Y los cascotes resultantes del desastre nos han pegado ahora en toda la cabeza. La diferencia es que algunos estaremos de por vida atados a hipotecas miserables, por no escribir hipotecas de mierda, y que otros (vulgo Rodrigo Rato) salen por la puerta de atrás con indemnizaciones millonarias (tiene tela: 1,2 millones de euros en el caso del ilustre prócer). Así van las cosas en este país, y no hay cascos suficientes para tod@s.