La llama humana

Mor Karbasi
Mor Karbasi

Escuchando el otro día en vivo en Madrid a una cantautora en ladino en un recital organizado por Casa Sefarad Israel, la judía Mor Karbasi, reparaba en que son las mujeres las que han transmitido la llama de la humanidad desde el origen de nuestra especie. Son ellas las que en todos estos siglos oscuros pasados -y en tantas oscuridades presentes- se han ocupado de poner luz a todas las cosas verdaderamente importantes, mientras nosotros los hombres estábamos ocupados en un sinfín de gilipolleces. Y a pesar de todo, han sido históricamente despreciadas, vituperadas, violentadas. Y no menos despreciado, vituperado y violentado ha sido el movimiento feminista que ha emancipado a las mujeres. Sé que estoy escribiendo cosas de perogrullo, pero no por ello deja de resultar escandalosa esta realidad, que se evoca al escuchar un romance en ladino que se ha podido transmitir de generación en generación, desde hace siglos, gracias a la magia de las mujeres que mantuvieron viva la llama de Sefarad en sus hogares.

Ojalá sea verdad

Espinas
Espinas

¿Estaremos más cerca de la resolución de algunos conflictos que emponzoñan la convivencia aquí y allá? La prensa de hoy permite albergar alguna esperanza, con todas las cautelas y precauciones del mundo ante asuntos tan espinosos.

Primera información: «El colectivo de presos de ETA hizo público ayer un comunicado en el que suscribe el Acuerdo de Gernika, en el que se aboga por un «alto el fuego permanente, unilateral y verificable por la comunidad internacional». En un comunicado remitido al diario Gara, el colectivo de presos opina que el Acuerdo de Gernika se ha convertido en «la referencia» para la construcción de un escenario democrático y que en esa medida tiene su apoyo.»

Segunda información: «El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, entregó ayer al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, la solicitud formal de adhesión de Palestina al organismo. Ya en la tribuna de la Asamblea General, Abbas proclamó que «ha llegado el momento de la independencia» para el pueblo palestino. La reacción de Israel se produjo desde la misma tribuna de oradores, donde el primer ministro, Benjamin Netanyahu declaró su intención de dialogar con los palestinos para conseguir una «paz justa y duradera». Al mismo tiempo, el Cuarteto para Oriente Próximo urgió a las partes a empezar las negociaciones directas en el plazo de un mes y alcanzar un acuerdo de paz definitivo en un año.»

Ojalá sea todo verdad y las rosas pierdan las espinas. Ojalá.

Israel

Amos Oz
Amos Oz

«A Antonio. Espero verte aquí en Tel Aviv un día. Saludos y abrazos. David Broza No soy amigo de autógrafos ni de esta clase de cosas, pero una buena compañera de gabinete, de visita de trabajo hace un año en Israel, me trajo éste del conocido cantautor contemporáneo hebreo, con quien coincidió en unas jornadas. Pienso en Broza y en otros autores israelitas que -como tantas cosas- me ha descubierto mi mujer, Sonia. Pienso en la obra profundamente humana de Broza, de David Grossman, de Abraham B. Yehoshúa, de Amos Oz… Pienso en todos ellos y me imagino que estarán horrorizados ante la última y execrable barbaridad del Gobierno derechista que les rige: el ataque a una escuadrilla de barcos con ayuda humanitaria para Palestina, que se ha saldado con un número indeterminado de muertos civiles. Yo defiendo la existencia del estado de Israel, que quede claro, pero de un Israel en paz con sus vecinos, libre también de amenazas para su existencia (es significativo el odio a lo judío que sigue existiendo en España), y que sea noticia por sus muchos avances en distintos campos,  y no por machacar al prójimo. La pasada semana, sin ir más lejos, me presentaban una innovadora aplicación informática desarrollada por una empresa española con un socio… israelí. ¿Cuándo será ese país noticia por tales asuntos, y no por repartir palos a diestro y siniestro? ¿Es tan difícil? Porque de lo contrario se me hace difícil ir a Tel Aviv a conocer a Broza.