Taxista en Nueva York

Montevideo
Montevideo

«¿No tuvieron ustedes los españoles un poeta en Nueva York? Sí, hombre, el escritor aquel que fusilaron los fascistas en Granada, Federico García Lorca. ¿No se acuerda? Escribió ese libro en 1929. Pues, oiga, yo fui taxista en Nueva York. Lllevo en Madrid diez años, pero soy de Montevideo, la capital de la República Oriental del Uruguay. ¿Hay algún país en el mundo que tenga un nombre más hermoso? República Oriental del Uruguay… Qué lindo. Pero allí me iba mal y emigré. He dado muchos tumbos, pero uno de los sitios donde mejor lo pasé fue en Nueva York. Me fui unos días de vacaciones y acabé trabajando dos años de taxista. Me empleó la empresa Yellow Cab, no sé si se llamaba así; bueno, una de las más grandes de la Gran Manzana. Me flipaba llevar de acá para allá a los clientes, que ni me dirigían la palabra. Ir por las grandes avenidas de la ciudad con el GPS puesto para no despistarme. Había en NY mucho taxista hispano, e indios (de la India y de los de Estados Unidos). Éramos una gran familia los conductores inmigrantes. Gente estupenda. Qué bien me lo pasaba. Madrid también me gusta mucho, no se crea. Es una gran ciudad en la que nadie te pregunta de dónde eres, porque al final todos somos de fuera, aunque nos sintamos de dentro. Me gusta. He llevado una vida entretenida. ¿Le digo una cosa? También estuve un tiempo trabajando en la zona del Amazonas, y llegué a comer serpiente. Sabe a pescado…»