
Un año después del violento terremoto, el mundo, salvo contadas salvedades, parece actuar con indiferencia. Hubo muchos focos hace un año, pero luego volvieron las tinieblas a uno de los países más pobres del mundo. Información de La Nueva España: «Haití arrastrará los próximos treinta años las graves secuelas del terremoto que se produjo hace hoy justo un año en el país más pobre de América Latina y que causó unos 300.000 muertos y un millón y medio de personas desplazadas. La embajadora haitiana en España, Yolette Azor-Charles, aseguró ayer que las tareas de reconstrucción del país podrían prolongarse a lo largo de las próximas tres décadas. La diplomática también pidió a la comunidad internacional que agilice los fondos comprometidos en los días posteriores a la gran tragedia. La representante del Gobierno haitiano indicó que aún faltan por llegar 3.900 millones de dólares comprometidos por distintos estados y entidades internacionales (…) Lo cierto es que la situación del país no invita a la esperanza. Medio millón de niños haitianos siguen viviendo en campamentos y asentamientos marginales, sin protección y bajo amenazas de explotación, según denunció ayer la organización Save the Children. El día del aniversario del seísmo sirve para recordar que Haití sigue hundido en la miseria (…) Y al terremoto hay que unir también la inestabilidad política. La Unión Europea expresó ayer su preocupación por la situación: La inestabilidad política impide que la ayuda humanitaria de la UE llegue a las personas necesitadas y ralentiza la reconstrucción«. Los haitian@s siguen esperando. No les olvides.
Postdata: Como siempre, el horror se ceba con las mujeres. Amnnistía Internacional denuncia que «la violencia sexual es una amenaza que está presente en todos los rincones de los campamentos» del país. «Las mujeres y niñas pueden ser violadas por el simple hecho de salir a pasear, ir a las letrinas o a recoger agua. Mientras tanto, los mecanismos de protección se reducen a comisarias de policía destruidas (…) Muchas tienen miedo de presentar denuncias ante la policía, otras piensan que eso no va a servir absolutamente de nada. Mientras tanto, los agresores se mueven libremente y actúan con total impunidad.» Con tu firma puedes ayudar a instar a la comunidad internacional y al Gobierno haitiano a que proteja a las mujeres y a las niñas, para que la salvaguarda de su dignidad sea también una prioridad en los esfuerzos de reconstrucción del país.