Conceptos inabarcables

Conceptos
Conceptos

«Mi hija pequeña, doctora, me recriminó en la cena de anoche que en el supermercado me habían vendido unos filetes demasiado grandes, que no entraban en el plato. Me dejó preocupado, porque para alimentarme y alimentarnos siempre tiendo a comprar cosas que entran en los platos que tenemos en casa y que quepan en la boca (una vez troceadas). Pero lo de estos filetes… ¿marcará una tendencia? ¿Empezaré a tragar, o me estaré tragando ya desde hace un tiempo y sin que me haya percatado, cosas demasiado grandes para mi boca y, sobre todo, para mi mente? ¿Estaré comulgando con ruedas de molino sin saberlo? En el mercado, doctora, hay conceptos que los veo tan inabarcables que nunca los he podido comprar: el concepto de dios, por ejemplo, no hay plato que lo pueda contener. Vale, siempre puedo cambiar de platos, pero a estas alturas de la película ya no puedo cambiar de mente…»

Mutis por el foro

José Sócrates
José Sócrates

Tres han hecho, o les han hecho hacer, mutis por el foro en la jornada de ayer. La primera en irse, la actriz Elizabeth Taylor, una clásica de la gran pantalla que llegó al final del camino. Mi madre, que también se marchó hace unos meses, se llamaba Felicitas, pero en su familia la conocían como Liz, no sé si por compartir con la primera unos ojos indescriptibles. Otros que hacen (de momento) mutis por el foro: el Supremo echa de la pista a Sortu, la nueva marca de la izquierda abertzale, por considerar que su actuación no es sincera y que son meros herederos de Batasuna. El tercero en salir por la puerta fue el primer ministro de Portugal, José Sócrates (tiene cierta apostura de actor este hombre), en un honroso gesto después de que el Parlamento luso rechazara su plan de ajuste financiero para afrontar la crisis. Mientras tanto, mi hija (5), al tiempo que escribo esto con la radio de fondo haciendo el habitual repaso de la penosa actualidad, apostilla con ternura: «Papi, yo no quiero que seas presidente de este país, porque no me verías nunca». Tranquila, hija, que yo tampoco. La vida, Estrella, es puro teatro 😉

La cosificación

Anuncios de prostitución
Anuncios

Los diarios que publican anuncios de prostitución parecen amparar el concepto de que la mujer es una cosa, un objeto sexual con el que es lícito hacer negocio. «Todo vale para la pela», parecen decir, «y no vamos a prescindir de un ingreso tan enjundioso en plena crisis económica». Son casi todos los periódicos que no le hacen ascos a este comercio humano -la inmensa mayoría, salvo contadas excepciones-, que se calcula que al año mueve 18.000 millones de euros en España, de los que unos cuantos millones caen en las arcas de los rotativos. «Ningún medio que se proclame defensor de los derechos humanos puede publicar este tipo de anuncios y, si lo hace, se convierte directamente en cómplice de esta forma de esclavitud», sostiene Yolanda Besteiro, presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas (citada en La Voz de Asturias). Los diarios que se prestan a este sucio juego contribuyen a la cosificación de la mujer, aunque luego pongan el grito en el cielo cada vez que, por ejemplo, se produzca un nuevo caso de violencia de género a manos de hombres que consideran a sus parejas meras cosas cuyas vidas están en sus manos (¡ya van 16 muertas por terrorismo doméstico!). Alguna reflexión sobre su responsabilidad también deberían hacer estos medios, más allá de mirar solo el balance contable.