
… contra los intolerantes, los racistas, los xenófobos, los ultraderechistas, los machistas, los vocingleros, los que vomitan en lugar de hablar, los que piensan con las vísceras, los abusadores, los sexistas, los obstruccionistas, los que le ponen pegas a todo, los fascistas, los que no aportan nada, los que lo ven todo negro, los chovinistas, los que no ven más allá de la punta de su nariz, los que detestan la cebolla en la tortilla de patatas, los que apostillan de manera permanente, los que sobrepasan los límites de velocidad y se jactan de hacerlo, los que no respetan los pasos de peatones ni los stops, los que no se sitúan nunca en el lugar del otro, los que no ponen el intermitente, los que creen que acaban de descubrir el Mediterráneo, los que siempre contraponen a los beatles y a los stones, los prepotentes, los que le echan agua al vino, los que te dan garrafón, los vendemotos, los vendeburras, los que se llevan el coche hasta para comprar el pan a la vuelta de la esquina, los que no dejan que sus hij@s jueguen con niños de origen inmigrante, los que no liberan al flamante Nobel Liu Xiaobo (¡set him free!)… A todos (en diferentes grados, claro; los de la tortilla de patatas están eximidos): cómprense un desierto y dedíquense a barrerlo, adquieran un bosque y piérdanse.