
Terror en el supermercado: solo hay marcas blancas. No encuentro mis yogures favoritos, ni mis salchichas, ni mi pasta… Todo son marcas blancas, sin posibilidad de elegir. Terror en el kiosko: solo va a quedar la prensa neocon, cavernosa, cavernaria, derechista, que no es blanca precisamente, sino turbia y sucia en tantas ocasiones, sin posibilidad de elegir. El cierre del diario Público abona el monocultivo, agosta la pluralidad y priva de voces libres y críticas (o sea, de izquierda) a un sector de la opinión pública. Allana, de paso, el paseo triunfal de la derecha gobernante, a la que los kioskos solo le rinden pleitesía en un elevadísimo tanto por ciento de sus cabeceras. Lástima por Público y un abrazo muy fuerte a tod@s los compañer@s periodistas que lo han mantenido durante estos años. Y lástima por todos los ciudadan@s que se ven privados de un referente informativo. Es un gran día para toda esa caverna mediática que da palmas con las orejas cada vez que cierra una cabecera de la otra orilla, pero que no se equivoquen: la necesidad de que haya medios para las voces progresistas no va a desaparecer porque un periódico llegue al final de su travesía.
Pues eso… que ha sido un dolor cuando me he acercado a comprar el taco.. y la kioskera -pobre- me ha dicho: «Público no lo han traido hoy»
😦
No son buenos tiempos y la prensa lo está pasando mal. Pero lo curioso es que como dices en tu post, la derecha cavernaria aguanta, y aguanta.
Me pregunto por qué.
No hay buenos gestores de empresa para este otro lado? O… se convierten al otro lado en cuanto las cosas no van como uno quiere…. o cuando ganan mucho hacen lo que todos, en vez de invertir y seguir creciendo o guardar un poco para momentos peores, o diversificar, se lo gastan en un buen coche, una casa en somosaguas o exprimir al máximo la vaca para llevar la leche a suiza y a vivir que son dos días.
No lo se, no lo afirmo, solo pregunto. Lo he oido por ahí y lo he visto en los últimos 8 años. Triste, pero como dijo una vez un sindicalista:»ASI NO».