
¿Es la Navidad un regalo para los sentidos? La respuesta es afirmativa: nos machaca los oídos con los villancicos y el joujoujou del señor gordinflón ése de rojo, el gusto con tanto mazapán y polvorón, la vista con tanto juego de luces que se encienden y se apagan, el tacto con tanta falta de tacto por la alegría colectiva impostada y el olfato… con el olor a lombarda que de un momento a otro comenzará a ascender en forma de vapor desde muchos fogones madrileños. En las cocinas del Foro, efectivamente, la preparación de esa berza morada es típica para la noche del 24 de diciembre. Yo mismo comenzaré a cocinarla en un rato, con su manzana reineta y su adobo de vinagre y pimentón; la verdad es que es un plato de otoño-invierno que me encanta hacer durante estos meses, aunque el olor perdure.