Oda a la minipimer

Lluelles y la minipimer
Gabriel Lluelles

Grandes inventos jalonan la pequeña historia de los ingenios en España: la fregona, el futbolín, el botijo, la guitarra, la navaja, el chupachups… Pero hay uno que todos tenemos cerca, seguro, y que acaba de cumplir los cincuenta años: la minipimer. Este pequeño electrodoméstico lo ideó allá por 1959 un diseñador industrial de Barcelona, Gabriel Lluelles, que compuso su nombre mezclando los términos mini (por el tamaño) y el acrónimo pimer (por la empresa en la que Lluelles prestaba sus servicios, Pequeñas Industrias Mecánico Eléctricas Reunidas). El éxito de este aparato le vino al sustituir las pesadas batidoras de vaso, que hasta entonces eran la especie dominante en la cocina, por este estilizado y versátil ingenio, que se podía colgar en la pared y se limpiaba muy fácilmente. El inmediato triunfo de la minipimer, convertida en el tercer brazo de las amas de casa  de la época (en aquel entonces no había muchos amos de casa, para qué negarlo), revolucionó las tareas del hogar y y desde entonces ha batido millones de pures, gazpachos, cremas, mayonesas, salmorejos y papillas, que han nutrido a otros tantos millones de seres humanos. ¡Qué invento tan rico!