Elogio del puerro

Puerros
Puerros

El puerro, humilde verdura despeluchada que espera ansiosa en el estante de la frutería, deseando venirse a nuestro hogar para acabar cocinada en un pure, caldo, porrusalda o vichysoisse, aunque las recetas que se pueden cocinar con ellos son variadas. Modesta verdura llena de nutrientes y carbohidratos, y que incluso atesora propiedades medicinales. Procede del Lejano Oriente -los especialistas sitúan el comienzo de su cultivo entre los años 3.000 y 4.000 AC-, pero nos acompaña a los europeos desde hace siglos. Qué satisfacciones da esta verdura, a cuya bondadosa naturaleza no correspondemos cuando la adquirimos en la frutería. «Quítele lo verde», solemos decir, implacables y sin piedad, mientras el tendero procede a su mutilación -a mano o, ¡ay!, decapitándolos a cuchillo-, para que nos quepan mejor en la bolsa o en el carro de la compra de camino a casa, imaginando qué haremos con ellos cuando estemos en la intimidad de nuestra cocina.