La piedra

¿Piedra sagrada?
¿Piedra sagrada?

«Sobre la piedra se fundó un credo, creo recordar, hace cieeeentos de aaaañossss. Después de unos decenios más austeros, la piedra hasta se envolvió en oropeles; a la piedra siempre le gustó el lujo. La piedra se fue recubriendo luego de moho y de grietas (en el desierto espiritual, con las temperaturas extremas, el agua del día se transforma en hielo por la noche y raja cualquier pedrusco por duro que sea; los cambios de temperatura difieren hasta en cuarenta grados; no hay piedra que resista tal violencia). Sobre la piedra se alzaron construcciones ideológicas y hasta teológicas; parecía tener vida propia y de vez en cuando supuraba humores corporales y otros fluidos que tenían una extraña querencia para depositarse sobre infantes/as. Y la pregunta final es: ¿no es curioso que, a fuer de buscar lo celestial, de ansiar la comunión con lo que (suponen los piedrólogos) hay arriba, la piedra acabara siendo tan abyectamente terrenal?»