De Cabo Norte a Compostela

Naranjito
Naranjito

«Seis millones de pasos son los que separan el punto más boreal y el más occidental de Europa. 6.000 km entre el cabo de Nordkapp en Noruega, hasta la ciudad gallega de Santiago de Compostela, siguiendo uno de los trazados del Camino de Santiago.» Así narran su plan de viaje los promotores del proyecto 6MPasos. Será una aventura de siete meses, seis mil kilómetros y dos jóvenes atravesando a pie once países: el fotógrafo Andrés Fraga -uno de los profesionales señeros de la prensa gallega- y el montañero  Juan Rivas, ambos gallegos del 82. Fraga y Rivas, entusiastas de las nuevas tecnologías, narrarán todo su viaje en directo -para sus admiradores, que en el fondo estaremos verdes de envidia, pero de envidia sana- a través de las redes sociales,  y plasmarán toda su aventura en un documental final. Es un desafío que quieren arrancar en abril, para el que  están buscando patrocinadores, y son de fiar si alguien se anima: he tenido oportunidad de trabajar con Fraga  en muchas ocasiones; es un extraordinario profesional y, sobre todo, una persona cabal y buena gente. Nacieron en 1982, el año del Mundial de Naranjito, muñeco que bien podrían llevar de emblema (¡al menos una pegatina en la mochila para conmemorarlo, venga!), para que le diera el aire y viera el mundo que se abarca entre la Laponia noruega y Galicia.

Recuerdos y sabores

Alberto Chicote
Alberto Chicote

En la cena se van entremezclando los recuerdos, dulces y salados, con los sabores del menú largo y ancho que nos ha preparado nuestro querido cocinero Alberto Chicote, rebosante de bonhomía y cariño hacia sus ex compañeros de clase, que nos juntamos esta noche del viernes 26 de febrero en su restaurante, el NODO. Va desfilando por la mesa la fusión del mediterráneo y de oriente que atesora Chicote. Estallan y se expanden por el paladar los aromas del pan de gamba con salmorejo, albóndigas con miso, pizzas de cristal,  dim sum de oreja, tataki de atún, jamón de toro, sushis y sashimis ibericoorientales, secreto ibérico marinado, finísimas tempuras, esturión ibérico, jarrete de ternera braseado, bombas de lichis… En las conversaciones de Cabeza, Carrrillo,  Javi, Casco, Rubiato, Concha, Fuentes, Esther, Angus, Nacho,  David, Nuria, Tito, Quillo, Dorado, Luna, Conde, Torrecilla… aparecen los recuerdos, el teacuerdasde y el quéhacesahora, unas pinceladas para ponernos al día, sacudirnos el peso y el paso del tiempo y volver a corretear juntos, entre empellones, por los patios del colegio Amorós. ¡Buena suerte, compañer@s!

Hipocresía y pregunta

Derecho a decidir
Derecho a decidir

La aprobación de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo, la nueva ley del aborto, ha desencadenado la habitual respuesta cavernaria. Al PP, que anuncia que la llevará al Tribunal Constitucional, cabe hacerle una pregunta: ¿derogarán esta norma si llegan al poder? ¿Derogarían también otras leyes que garantizan avances sociales, como la del matrimonio homosexual? Porque suele ocurrir que los conservadores, que no tienen empacho en ser los primeros en beneficiarse de estas leyes, no hacen nada contra ellas cuando gobiernan, con una actitud singularmente hipócrita (bajo los gobiernos de Aznar se practicaron en España 500.000 abortos). También la jerarquía eclesial, obsesionada desde hace siglos por la reproducción, el sexo y la muerte, ha corrido rauda a exigir su abolición. Es la reacción habitual en los del alzacuellos, siempre tan amigos de darle al altavoz y de que todos digan amén. Estamos en el siglo XXI y las leyes las hacen los hombres y las mujeres; diríjanse a su grey, pero déjennos en paz al resto. Conocí el caso de una mujer a la que, hace un par de años, en plena persecución contra las clínicas abortivas, se le presentó en casa, por la noche, mientras bañaba a sus hijos, una pareja de la Guardia Civil, para revuelo de sus vecinos, preguntándole por qué había abortado, haciéndole sentir como una delincuente. Imagínense cómo se sintió en plena España democrática. Estas situaciones son las que la nueva ley busca erradicar, garantizando para siempre el derecho de la mujer a decidir sobre su maternidad. Tendrán derecho a interrumpir su embarazo hasta la semana 14 sin justificarlo, sin tutelas que valgan; porque ese es su derecho, para despecho de los hipócritas y de los del alzacuellos.