
«No le perdono el sufrimiento que me ha causado durante tantos años. Me abandonó hace tanto tiempo, y a mí me daba igual, tranquila me quedé; pero el daño que ha causado a mis hijos, que todos los días cuando eran pequeños preguntaban por él, por su papito, sin saber si seguía vivo o muerto, si continuaría en Madrid o se habría retornado a Quito… eso no tiene perdón de dios. Cuánto sufrimiento acumulado, qué mala bestia. Y de repente aparece así, no más, como un espectro, como si no hubiera pasado nada, de la noche a la mañana. Silbando una de sus tontas canciones y todo, qué tal, qué guapa sigues, qué guapos están. Encima me viene ahora con explicasiones tontas. Se olvidó de sus hijos, y sus hijos se han olvidado de él para siempre; le han pagado con su misma moneda. A tomar por culo.»
Hay tipos con muy mala memoria. Olvidan el camino de regreso a casa.
upsss!