La llama

Llama
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La vida, ese misterioso tránsito entre lo visible y lo invisible, que viene a describir el poeta Antonio Gamoneda en Arden las pérdidas (2003). La distancia que media entre el nacimiento y la muerte; «el olvido que seremos», como se titula el estremecedor libro que el escritor colombiano Héctor Abad Faciolince publicó en 2007 para revivir la figura de su padre, asesinado por paramilitares de su país, tomando el título de un poema atribuido a Borges. La vida de todos, que se va extinguiendo conforme pasan los días; cada día que pasa es un día menos por vivir, aunque la llama de algunos nos siga siempre iluminando el camino. Carpe diem.

Un comentario sobre “La llama

  1. Nunca seremos olvido si seguimos existiendo en el corazón de otro. Quizá suene muy cursi pero dicen por ahí… que recordar es una palabra formada por el prefijo «re» que indica reiteración y «cordar» que procede del sustantivo latino «cor; cordis», que significa corazón. Así que recordar significa volver a poner en el corazón.

    Como tú bien dices, carpe diem y a seguir ganándole batallitas a la jodida vida.

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