
El mono maniático que es el ser humano bajo del árbol para tomar conciencia de su existencia e intentar domeñar la naturaleza hace miles de años, pero no tantos. Los historiadores destacan que la especie humana, situándola sobre un reloj imaginario de 24 horas de existencia de la Tierra, apareció a las doce menos algunos minutos, apeñas un puñado de segundos antes de la medianoche. Esto es, que somos unos advenedizos de última hora aunque nos creamos los reyes y reinas del mambo. La catástrofe de Japón (toda la solidaridad de este modesto blog hacia esa nación) da que pensar sobre la fragilidad y debilidad de la vida humana y su incierto futuro al lado de la fuerza de la naturaleza, una situación agravada por las trágicas consecuencias de las centrales nucleares, poderosa fuente de energía y poderosa fuente de destrucción también. No somos nada.
Somos algo peor que nada… Nos hemos convertido en un tumor para ese ser vivo que es Gaia (el planeta) y Gaia lucha y se rebela contra el cancer en que nos hemos convertido!
En 1969 el químico James Lovelock expuso una teoría sobre la vida en el planeta a la que llamó GAIA (diosa de la tierra en la Antigua Grecia). Según esa teoría, todos sus habitantes (virus, bacterias, plantas, animales y seres humanos) formamos parte de un único super-organismo vivo (la tierra, el planeta, Gaia) con un sistema autoregulador que tiende al equilibrio.
Somos celulitas pues… pero celulitas cancerígenas… y es normal que Gaia luche y se rebele contra el tumor en el que nos hemos convertido!!!
Y no lo repetiré más veces… porque cada vez que lo escribo, el PC me dice que no se puede publicar y resulta que después sí lo publica…. y te voy a llenar el post de comentarios exactamente iguales 😉