Vida sintética

El comecocos
El comecocos

Dicen estos días los papeles que los científicos han logrado crear vida artificial, en forma de una célula sintética elaborada a partir de una bacteria que causa infecciones en el tracto respiratorio humano. La han bautizado, aunque no haya habido por lo que se ve intervención divina, como Mycoplasma mycoides JCVI-syn1.0. No proviene de ninguna reproducción previa, aunque en sí misma tenga nombre de reproductor de DVD o Blu-ray, sino de una fría probeta. No se sabe qué será de mayor, pero se le augura un fulgurante porvenir. Quién sabe si de esta célula de momento poco humana podrán nacer en el futuro seres complejos, como jueces, bomberos o controladores aéreos. El alumbramiento de Mycoplasma mycoides JCVI-syn1.0 ha querido coincidir en estos días inciertos con el aniversario de otra célula informática, nacida en los 80, que nos animó muchos ratos de bar a los chavales de aquellos tiempos (no había entonces consolas de videojuegos, no): el comecocos o pacman en su nombre en inglés, que cumple treinta años. Era ésta una célula de comportamiento bastante similar al de cualquier ser humano: deambulaba como enloquecida por pasillos cerrados, no veía más allá de su nariz y ganaba puntos a base de comerse a los demás cuando era necesario. Qué nostalgia.