¡No hay peces!

Peces de colores
Peces de colores

Mi hija Estrella (+4), inspiradora de este cuaderno de notas, me confesó la otra mañana, camino del cole, su último descubrimiento. El pasado jueves estrenó, en la piscina a cuyas clases acude desde hace tiempo para soltarse en el agua, unas gafas de natación, para que el cloro no le enrojezca los ojitos. Y de repente lo tuvo todo claro. Al poder ver bien entre el agua con su nuevo aditamento, se llevó un chasco, que me reveló con una mezcla de asombro y desilusión que me produjo una tierna pesadumbre: «¿Sabes, papi? ¡En la piscina no hay peces!». Yo le tranquilicé -aunque tampoco parecía muy intranquila cuando me hizo esta revelación- y le recordé que con las gafas de su imaginación siempre podrá ver peces de colores en todos los lugares que quiera, por muy grises y turbias que sean las aguas. El poder de la imaginación que siempre acompaña a los niñ@s y que cuando nos hacemos mayores parecemos abandonar (sobre todo algunos); qué pena.