Duelo en la red

El Gran Wyoming
El Gran Wyoming

Un duelo se libra en la red. Lo inició la cadena de los obispos, la COPE, con su recogida de firmas virtual para reclamar elecciones anticipadas en España. Le contestó el programa El Intermedio, del -para la caverna- odiado El Gran Wyoming, de La Sexta, con mucha más imaginación: que venga ya el juicio final. En esta carrera va de momento en cabeza la página de la cadena de televisión, que subraya que «en esta situación de emergencia la Iglesia tiene que ser valiente. Necesitamos que la Conferencia Episcopal se ponga a trabajar. Necesitamos que llegue el juicio que la Iglesia siempre nos ha prometido. Si la lentitud de la justicia española es desesperante, lo de la justicia divina ya no tiene nombre. Necesitamos que Dios se moje, que dé la cara, que decida por fin quiénes son los malos y quiénes los buenos». A fe mía que la iniciativa de la COPE, con la que no comulgo, se queda corta (renuncio a citar siquiera algo de su flojo texto): pedir sólo elecciones anticipadas… con lo bonito que es una buena hoguera para Zapatero y todo el PSOE, que sin duda portan cuernos y rabos y huelen a azufre. ¡Ah!, por último: ahora que la radio divina hace valer su valentía, a ver cuándo hacen otras recogidas de firmas, por ejemplo, para reclamar al PP la limpieza de su casa ante el caso Gürtel o para defender que todo el peso de la justicia humana caiga sobre los curas pederastas; ¡ánimo!

Avaros cognitivos

Ardilla avara
Ardilla avara

El sociólogo Manuel Castells cuenta en su reciente obra Comunicación y Poder (Madrid: Alianza Editorial, 2009) que los seres humanos «son avaros cognitivos que buscan información que confirme sus creencias y costumbres, un atajo cognitivo que reduce el esfuerzo mental necesario para realizar una tarea», una interesante teoría expuesta por otro estudioso de la Ciencia Política, Samuel L. Popkin. Así se explica que, en el proceso de formación de la opinión pública, las personas «tienden a creer lo que quieren creer. Filtran la información para adaptarla a sus juicios previos. Son considerablemente más reticentes a aceptar los hechos que contradicen sus creencias que los que coinciden con ellas». El conocimiento de este proceso de avaricia cognitiva, por citar un ejemplo que menciona Castells, fue utilizado por la Administración Bush para continuar haciendo declaraciones engañosas sobre la milonga de las armas de destrucción masiva como justificante de la guerra de Irak, que siguieron repitiendo una y otra vez aun cuando ya se hubiera demostrado su falsedad. Mucho ciudadano norteamericano, a pesar de todo, siguió creyéndoles. Una interesante teoría que nuestro refranero condensa con sabiduría: «No hay peor ciego que el que no quiere ver» / «No hay peor sordo que el que no quiere oír».

Vapor en la noche

Tren de vapor
Tren de vapor

«Faltan sólo unos escasos minutos para que ese tren que veo desde la única ventana de mi casa que da al mundo llegue a su destino. Suelta una gran cantidad de vapor, y una estela a su paso anima, en la distancia, esta sosa noche de principios del siglo XX. Hace mucho frío; las volutas de vapor se dibujan a su alrededor como algodón de azúcar, desparramando su haz blanquecino en la oscuridad. El tren funde su último carbón en su estirada final, penetrando en la estación de esta capital de provincias. Y en el tercer vagón, en el coche cama que está detrás del coche restaurante, una pareja hace el amor despacio, con una cadencia que intenta acompasarse a la marcha del tren, ajena a la propia entrada de la máquina en la estación, ignorantes de que han llegado a su destino. No les turba siquiera el alboroto de los pasajeros de los compartimentos vecinos que recogen apresurados su equipaje. De su amor quizá nueve meses más tarde nazca una criatura morena, tiznada de carbón en recuerdo de aquella apasionada noche que ahora es sólo un recuerdo vaporoso.»